Aclaración del Ministerio del interior


El asesinato de la presidenta de la Diputación de Leon ha provocado numerosas confusiones respecto a lo que está y no está permitido al comentar sucesos de este tipo. Se emite esta nota con el objetivo de aclararlas.

Evidentemente, todo depende de las circunstancias de cada caso. Por este motivo las directrices se presentarán por apartados.


A. Si la víctima es rica, o al menos de derechas, y el presunto autor es pobre y/o de izquierdas.

1. Se prescindirá de la palabra "presunto" al referirse al autor. Un criminal es un criminal.

2. Cualquier persona que intente explicar lo ocurrido, o que haga referencias a la situación social del autor, o a hechos supuestamente relevantes respecto a la víctima, habrá demostrado su connivencia con el crimen.

3. Cualquier broma sobre lo ocurrido se considerará no sólo como de mal gusto, sino que constituirá colaboración con el terrorismo. La libertad de expresión está muy bien pero todo tiene sus límites.

4. Si el criminal pertenece a alguna organización política, ésta quedará bajo sospecha. Si pertenece a algún grupo étnico, o sigue alguna religión, será obligatorio dar un lugar destacado a este hecho cada vez que se menciona sus terribles actos (huelga decir que esta regla no se aplica si la persona en cuestión es blanca o cristiana).

B. Si la víctima es pobre y/o de izquierdas y el presunto autor es rico, o al menos de derechas:

1. Se referirá siempre al "presunto autor". No hay que olvidarse de la presunción de inocencia. De hecho, como precaución se recomienda también que se refiera a la "presunta víctima"; siempre están inventando cosas.

2. Es totalmente normal indagar en el pasado de la persona que presenta las acusaciones del supuesto crimen.

3. Alguna bromita acerca de la víctima también es normal. No hay que perder el sentido del humor, ni limitar la libertad de expresión.

Anexo 1.

Si los presuntos autores son fascistas, no se referirá al incidente como a un ataque o una agresión, sino como una pelea entre “tribus urbanas”, “bandas enfrentadas”, o algo parecido.

Anexo 2.

Si se trata de musulmanes pobres en un país lejano que mueren a manos de un ejército occidental (o prooccidental), se deben utilizar los términos “operación antiterrorista”; “daños colaterales” o, de ser posible “intervención humanitaria”. Se permite expresar dolor por la pérdida de vidas humanas, siempre que se insista en que ésta es inevitable.


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